Inocuidad Alimentaria
Es la seguridad que el alimento no causará un efecto adverso en la salud para el consumidor cuando se prepara y/o se consume de acuerdo con su uso previsto. (Fuente: ISO 22000:2018)
La infección causada por los alimentos contaminados tiene una incidencia mucho mayor en los segmentos de la población con un estado de salud malo o frágil y puede provocar enfermedades graves y la muerte.
En el caso de los lactantes, las mujeres embarazadas, los enfermos y los ancianos, las consecuencias de las enfermedades transmitidas por los alimentos son generalmente más graves y pueden llegar a ser letales.
(Fuente: Organización Mundial de la Salud – OMS)
La inocuidad de los alimentos es una responsabilidad compartida entre los gobiernos, la industria, los productores, los académicos y los consumidores. Todos cumplen una función importante.
Lograr la inocuidad de los alimentos es una labor multisectorial que requiere los conocimientos técnicos y una amplia gama de disciplinas, como la toxicología, la microbiología, la parasitología, la nutrición, la economía de la salud y la medicina humana y veterinaria.
(Fuente: Organización Mundial de la Salud – OMS)
Las personas deben poder tomar decisiones informadas y sensatas sobre los alimentos que consumen y adoptar los comportamientos adecuados.
Deben conocer los peligros alimentarios más comunes y saber cómo manipular los alimentos de forma segura mediante la información contenida en las etiquetas de los alimentos.
(Fuente: Organización Mundial de la Salud – OMS)
COVID 19
Actualmente no hay evidencia de que las personas puedan contraer la COVID-19 de alimentos o envases de alimentos.
La COVID-19 es una enfermedad respiratoria y la ruta de transmisión es a través del contacto de persona a persona y a través del contacto directo con las gotas respiratorias generadas cuando una persona infectada tose o estornuda
(Fuente: Organización Panamericana de la Salud – OPS)
Los coronavirus necesitan un animal vivo o un huésped humano para multiplicarse y sobrevivir, y no pueden multiplicarse en la superficie de los envases de alimentos.
No es necesario desinfectar los materiales de los envases de alimentos, pero hay que lavarse las manos adecuadamente antes y después de manipular los envases de alimentos
(Fuente: Organización Mundial de la Salud – OMS)